Os doy algunos consejos para que os quedéis tranquilos en caso de que vuestro hijo o hija sufra la visita de alguno de esos malvados virus gastrointestinales.
En primer lugar, hay que resaltar la importancia de las medidas higiénicas básicas, tan básicas como lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño. Algo tan sencillo como ésto, os aseguro que a veces es muy difícil de conseguir que se haga realidad en los niños muy pequeños.
En segundo lugar, calma y tranquilidad. Si tienes dudas, siempre consulta a tu pediatra. El único objetivo que tiene este post es infundir calma y desterrar algunos mitos.
Es muy importante hidratar al niño en todo momento, ya sea con agua o suero de la farmacia. Hay soluciones específicas en cualquier farmacia o parafarmacia, que contienen la cantidad adecuada de electrolitos que necesita tu pequeño.
Si el niño no vomita, lo puedes ir alimentando con pequeñas cantidades de alimento. Yo te recomiendo que no le retires ciertos nutrientes, es decir, no le des sólo arroz o zanahorias, como nos recomienda la sabiduría popular. A día de hoy, no está demostrado que haya que administrar al niño una dieta blanda o astringente. Lo que está ampliamente recomendado es dar de todo y en poca cantidad.
Si vomita mucho, te recomiendo que le des un descanso al intestino del pequeño, es decir sólo hidratación. Cuando se encuentre mejor, puedes invitarle a tomar lácteos fermentados y probióticos.
En primer lugar, hay que resaltar la importancia de las medidas higiénicas básicas, tan básicas como lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño. Algo tan sencillo como ésto, os aseguro que a veces es muy difícil de conseguir que se haga realidad en los niños muy pequeños.
En segundo lugar, calma y tranquilidad. Si tienes dudas, siempre consulta a tu pediatra. El único objetivo que tiene este post es infundir calma y desterrar algunos mitos.
Es muy importante hidratar al niño en todo momento, ya sea con agua o suero de la farmacia. Hay soluciones específicas en cualquier farmacia o parafarmacia, que contienen la cantidad adecuada de electrolitos que necesita tu pequeño.
Si el niño no vomita, lo puedes ir alimentando con pequeñas cantidades de alimento. Yo te recomiendo que no le retires ciertos nutrientes, es decir, no le des sólo arroz o zanahorias, como nos recomienda la sabiduría popular. A día de hoy, no está demostrado que haya que administrar al niño una dieta blanda o astringente. Lo que está ampliamente recomendado es dar de todo y en poca cantidad.
Si vomita mucho, te recomiendo que le des un descanso al intestino del pequeño, es decir sólo hidratación. Cuando se encuentre mejor, puedes invitarle a tomar lácteos fermentados y probióticos.
buenos consejos y la verdad es que lo pasan muy mal
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